Supongamos
que usted y no el otro
es el enemigo,
supongamos que ante los ojos
de las cosas
usted es el terrorista
y, también, el genocida,
supongamos que,
al pasar en la calle,
la gente susurra: ‘allí va’,
‘es él’, ‘vámonos de aquí’,
supongamos que esa pistola
que tiene en la mano es real,
y con ella ha matado
a un hombre talvez.
¿Estaría usted tan tranquilo?
¿Abrazaría a sus hijos?
Poemas-abortos. Considérese este blog un altar de mis fetos sucesivos, está destinado a reunir las sustancias residuales. Puah… La web es la tremebunda fosa séptica que la totalidad de los poetas esperábamos desde el principio de los tiempos, el Amatitlán en donde podemos vomitar todo aquello que no se alzó a la luz de ser libro, el basurero sinfónico: la Zona 3. Y ya se sabe que en la Zona 3 nunca hubo cocaína: sólo veneno y gamezán. Maurice Echeverría.
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