Robemos.
El espíritu de la lluvia robemos.
El anillo enterrado en la historia.
El sueño a los pobres.
Seamos niños de verdad, malcriados,
robemos el misterio
de las autopistas,
que los carros colisionen.
Robemos a los hombres
sus dos o tres concepciones de la materia.
Robemos un edificio
y hagamos el amor en todas las habitaciones.
Profanemos la orina de los santos. Robemos:
una pistola;
un niño de dos años;
una bandera tensa de patriotismo.
Robémoslo todo.
La sangre en la herida de la sangre.
La orilla de las cosas.
Robemos una flor.
Robemos,
porque aquí ya no hay más aire.
Poemas-abortos. Considérese este blog un altar de mis fetos sucesivos, está destinado a reunir las sustancias residuales. Puah… La web es la tremebunda fosa séptica que la totalidad de los poetas esperábamos desde el principio de los tiempos, el Amatitlán en donde podemos vomitar todo aquello que no se alzó a la luz de ser libro, el basurero sinfónico: la Zona 3. Y ya se sabe que en la Zona 3 nunca hubo cocaína: sólo veneno y gamezán. Maurice Echeverría.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario