Caminante de la calle Rochechouart,
con la cabeza del Bautista en la mano.
Caminante,
cabeza en mano,
hombre de esqueléticos azares.
Caminante,
eternizado
delante del aviso mesiánico:
“Le nouveau Beaujolais est arrivé”.
Paris, piedra sobre nervios.
Poemas-abortos. Considérese este blog un altar de mis fetos sucesivos, está destinado a reunir las sustancias residuales. Puah… La web es la tremebunda fosa séptica que la totalidad de los poetas esperábamos desde el principio de los tiempos, el Amatitlán en donde podemos vomitar todo aquello que no se alzó a la luz de ser libro, el basurero sinfónico: la Zona 3. Y ya se sabe que en la Zona 3 nunca hubo cocaína: sólo veneno y gamezán. Maurice Echeverría.
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