Hay ese límite,
hay sangre limitada,
hay huesos,
hay petróleo gastándose
y energía gastándose
y televisores que nadie ve,
hay alguien que hubiera
querido tener una pistola,
hay hombres de rodillas
delante de otros hombres
de rodillas,
hay niños desnudos,
ningún tatuaje,
hay impresionantes tanques
adornados,
hay distinguidos cánceres
de próstata,
oh presidentes,
hay eras que ya fueron,
mundos y no más,
lo efímero expresamente
en las células de nadie,
hay algo como la muerte
que contribuye,
hay ese hecho, ese martillo
bajando al cráneo artificial
de los necios,
hasta los necios se mueren,
hay ese límite.
Poemas-abortos. Considérese este blog un altar de mis fetos sucesivos, está destinado a reunir las sustancias residuales. Puah… La web es la tremebunda fosa séptica que la totalidad de los poetas esperábamos desde el principio de los tiempos, el Amatitlán en donde podemos vomitar todo aquello que no se alzó a la luz de ser libro, el basurero sinfónico: la Zona 3. Y ya se sabe que en la Zona 3 nunca hubo cocaína: sólo veneno y gamezán. Maurice Echeverría.
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